Soñé que te dibujaba amapolas en la piel,
Y que nuestro hogar olía a incienso, a sidra y papel.
Que el fuego se había ido,
Y que la inundación era ahora gotas de cristal.
Soñé que en el ojal de tu camisa vivían jardines,
Mares de florecitas amarillas, begonias y alhelí.
Que mi cementerio tenía luz,
Y que los cadáveres eran ahora macetas de humedal.
Soñé que me crecían bouquets de armuelle y peral,
Entre las uñas, las pestañas, más allá del paladar.
Que regaba muertos en el jardín
Y que me ahogaba en brea, maleza y aserrín.
***
Soñaría contigo cada anochecer
Porque cuando no estás mi vida son campos de raudal,
Fiambre de flores que murieron y olvidé.
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